DESCUBREN EVIDENCIA DE UN SISTEMA METEOROLÓGICO EN UN "JÚPITER CALIENTE".
Una de las propiedades que hacen que un planeta sea apto para la vida es la presencia de un sistema meteorológico. Los exoplanetas están demasiado lejos para observar esto directamente, pero los astrónomos pueden buscar sustancias en la atmósfera que hagan posible un sistema meteorológico.
Científicos del Instituto de Investigación Espacial de Países Bajos SRON y la Universidad de Groningen han encontrado evidencia en el exoplaneta WASP-31b, de la clase de júpiteres calientes, de hidruro de cromo, que a la temperatura y presión correspondientes se encuentra en el límite entre líquido y gas. En la Tierra, esto recuerda a las nubes y la lluvia. El estudio del equipo fue publicado en Astronomy & Astrophysics.
Las huellas dactilares de la estrella anfitriona
En nuestra galaxia hay cientos de miles de millones de otras estrellas, la mayoría de las cuales probablemente también estén rodeadas por planetas. Estos llamados exoplanetas están demasiado lejos para viajar, pero pueden ser estudiarlos con telescopios, explican los investigadores neerlandeses. Aunque la resolución espacial suele ser insuficiente para tomar una imagen de un exoplaneta, los astrónomos pueden obtener mucha información de las huellas dactilares que deja la atmósfera en los rayos de luz de la estrella anfitriona.
A partir de esas huellas digitales, los llamados espectros de transmisión, los astrónomos deducen qué sustancias se encuentran en la atmósfera de un exoplaneta, que podrían indicar la presencia de vida o demostrar que existe una condición para la vida, como un sistema meteorológico.
Actualmente, este tipo de investigación se limita a planetas gigantes cercanos a sus estrellas, los llamados júpiteres calientes. Estos planetas están demasiado calientes para albergar vida, pero pueden enseñar a los expertos mucho sobre cómo funcionan los posibles sistemas meteorológicos.
De líquido a gas
El equipo de investigación de Países Bajos ha encontrado evidencia de hidruro de cromo (CrH) en la atmósfera del exoplaneta WASP-31b entre los datos, recopilados por el telescopio espacial Hubble.
Este júpiter caliente tiene una temperatura de aproximadamente 1.200 °C en la zona crepuscular entre el día y la noche. Y esa es la temperatura a la que el hidruro de cromo pasa de líquido a gas a la presión correspondiente en las capas externas del planeta, similar a las condiciones del agua en la Tierra.
"El hidruro de cromo podría desempeñar un papel en un posible sistema meteorológico en este planeta, con nubes y lluvia", afirmó el autor principal del estudio, Marrick Braam.
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