PRECISAN QUÉ FUE LO QUE CHOCÓ Y EXPLOTÓ CONTRA JÚPITER EL MES PASADO.
El impacto del cuerpo celeste provocó un destello de luz y una liberación de energía equivalente a la mitad de la emitida tras la caída de un meteorito en Cheliábinsk (Rusia) en 2013.
Este 7 de agosto, Ethan Chappel, un astrofotógrafo aficionado de Texas (EE.UU.), captó desde su patio trasero un breve resplandor que evidenció el fuerte impacto de un meteoro contra la atmósfera de Júpiter, en su Cinturón Ecuatorial Sur. Ahora, en la reunión conjunta que sostienen en Ginebra el Congreso Europeo de Ciencias Planetarias y la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Estadounidense, se ha presentado un análisis detallado de lo que originó el destello detectado aquel día con un pequeño telescopio.
Así, se llegó a la conclusión de que la causa más probable fue el impacto de un pequeño asteroide, con una densidad propia de meteoros compuestos de rocas y hierro. Se estima que la energía liberada equivalió a una explosión de 240 kilotones de TNT, aproximadamente la mitad de la energía emitida tras el impacto de un meteorito en la ciudad rusa de Cheliábinsk en 2013.
Ramanakumar Sankar, estudiante de doctorado en ciencias espaciales, y Csaba Palotai, profesor asociado de física y ciencias espaciales, ambos del Instituto de Tecnología de Florida (FIT), quienes estudiaron los datos a lo largo del último mes, determinaron que, a juzgar por la cantidad de energía liberada, el cuerpo celeste que chocó contra Júpiter fue un objeto de entre 12 y 16 metros de diámetro y con una masa de unas 450 toneladas.
Según ellos, el objeto se desintegró en la atmósfera superior del planeta, a unos 80 kilómetros de altura sobre las nubes. La curva de luz grabada por Chappel sugiere que la densidad era típica de meteoros rocosos con hierro, por lo cual más bien se trató de un pequeño asteroide y no de un cometa.
El destello en Júpiter duró cerca de 1,5 segundos y en su pico fue igual de brillante que la luna Ío del planeta. Chappel, sin saberlo, resultó ser el único testigo de la colisión y continuó sus observaciones por media hora más.
El astrofotógrafo analizó el video grabado con un software llamado DeTeCt, diseñado específicamente para detectar este tipo de resplandores, y fue así como se percató de aquel impacto. En breve se puso en contacto con los que desarrollaron el programa, Marc Delcroix y Ricardo Hueso, quienes posteriormente llegaron a conclusiones similares a las de Sankar y Palotai acerca del tamaño y la masa del asteroide.
Hueso detalló que cada año chocan contra Júpiter entre 20 y 60 objetos parecidos y que, debido al gran tamaño del planeta y su campo gravitacional, el impacto es 10 veces mayor que en la Tierra. "Estas detecciones son extremadamente raras porque los destellos del impacto son tenues, breves, y pueden pasar desapercibidos fácilmente durante la observación de planetas a lo largo de horas", comentó a su vez Delcroix.
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