¿ES POSIBLE UN ATAQUE NUCLEAR DESDE EL ESPACIO?.
Una explosión nuclear a cientos, e incluso decenas, de kilómetros de altura tendría el potencial de destruir los sistemas de computación, de los cuales depende cada vez más la vida cotidiana de millones de personas.
La amenaza de un ataque nuclear por encima de la atmósfera que afecte los sistemas de computación, y por ende, la red eléctrica y el suministro de agua de un país, puede sonar a ciencia ficción, material de una película o de un videojuego.
Pero la idea de que ocurra en la vida real no es del todo descabellada. El riesgo tiene nombre: pulso electromagnético (PEM), la explosión de radiaciones que se derivarían de una detonación nuclear.
Una explosión nuclear a cientos, e incluso decenas, de kilómetros de altura tendría el potencial de destruir los sistemas de computación, de los cuales depende cada vez más la vida cotidiana de millones de personas.
Un comité del parlamento británico ya había hecho su advertencia al gobierno en febrero pasado: "las consecuencias de un incidente PEM deben ser atendidas específicamente: planes genéricos de contingencia civiles relativos a apagones y a la pérdida temporal de la infraestructura electrónica no son suficientes".
"Es tiempo –agregaron los parlamentarios– de que el gobierno comience a aproximarse a este asunto con la seriedad que se merece". Ahora, expertos de seguridad y defensa se reúnen este lunes y martes para discutir la amenaza del pulso electromagnético.
El riesgo, dice Avi Schnurr, director del Consejo de Seguridad e Infraestructura Eléctrica, una organización con sede en Estados Unidos, ya ha sido examinado en varios estudios de distintas áreas del gobierno estadounidense, entre ellas, los Departamentos de Defensa y de Energía.
"Un pulso plectromagnético genera una región de destrucción electromagnética y afecta a la red eléctrica y al suministro de agua", asegura Schnurr. El apagón, según estudios estadounidenses, duraría al menos unos meses, pero se podría extender por años.
Vulnerabilidad
Pero, ¿qué tan grande es el riesgo de que esto efectivamente ocurra? El profesor Michael Clarke, director the Royal United Services Institute for Defence and Security (Real Instituto de Servicios Unidos para Defensa y Seguridad, RUSI, por sus siglas en inglés), asegura no estar "muy preocupado en el corto plazo".
"Para lanzar un ataque PEM se necesita una bomba nuclear, entonces estamos hablando de un país o de un grupo que ya haya cruzado esa enorme línea roja", agrega. Shcnurr no es tan cauto al respecto: se trata de una "nueva vulnerabilidad" y si se da la posibilidad a alguien de que destruya nuestra red eléctrica "realmente se pone a una sociedad de rodillas".
"Vemos a grupos terroristas tratando activamente de obtener armas nucleares, todo lo que se precisa es una de ellas", señala.
El ataque
De acuerdo a un informe del parlamento británico, una sola detonación nuclear –a una distancia de entre 40km y 800km de la Tierra–, podría crear un PEM "con el potencial para causar daños tecnológicos severos sobre una amplia región geográfica".
Un PEM puede componerse de tres elementos, conocidos como E1, E2 y E3, y su combinación en un ataque nuclear es importante porque cada uno puede causar que subsecuentes componentes generen un daño mayor que si actuaran de forma independiente.
El elemento E1, también conocido como "Rápido", podría, por ejemplo, transformarse en un riesgo para distorsionar sistemas microelectrónicos, sistemas de control basados en la electrónica, sensores, sistemas de comunicación, sistemas de protección, computadores y dispositivos similares.
En Estados Unidos la preocupación por este tipo de amenazas no es nueva. Ya en 2001 el Congreso autorizó la creación de la Comisión para Estudiar la Amenaza a Estados Unidos de un Ataque de Pulso Electromagnético.
El objetivo, entre otros, era determinar el impacto potencial sobre infraestructuras clave del país.
La comisión publicó en 2004 un reporte preliminar, concluido cuatro años después, que recomendó acciones para hacerle frente a esta amenaza.
La comisión publicó en 2004 un reporte preliminar, concluido cuatro años después, que recomendó acciones para hacerle frente a esta amenaza.
Su conclusión general determinó que la sociedad estadounidense era vulnerable a un ataque PEM y que las consecuencias podrían ser "a largo plazo, generalizadas y catastróficas". Y "debido a la interdependencia de los sistemas que probablemente se vean afectados, los planes actuales de recuperación podrían ser de poca utilidad".
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio