NASA REVELA EL IMPACTO CLIMÁTICO EN GLACIARES DEL SUR DE CHILE.
Imágenes satelitales de Campos de Hielo Norte muestra dramático retroceso de glaciar San Quintín. Aunque no al mismo ritmo, el San Rafael también se está reduciendo producto el calentamiento global.
El sitio de la Nasa Earth Observatory liberó esta semana las últimas imágenes disponibles de Campos de Hielo Norte en la Patagonia, las que se obtuvieron con el satélite Landsat 8, el pasado 16 de abril.
“Son imágenes de muy buena calidad, sin nubes, pocas sombras y muy buena resolución. En general es difícil obtener imágenes satelitales de Patagonia con esta calidad”, explica el glaciólogo Andrés Rivera del Centro de Estudios Científicos (Cecs) de Valdivia.
Para Rivera lo más llamativo es que el glaciar San Quintín (790 Km²), vecino del San Rafael (741 Km²), sigue produciendo témpanos en sus lagos “proglaciares” y que el frente ha retrocedido muy poco respecto al 2016.
“Se ratifica la expansión de dichos lagos tal como venía ocurriendo desde el inicio de su retroceso desde la orilla opuesta en 1979”, advierte el científico.
Desde 1945 se han formado dos lagos principales y varias de menor tamaño, agrega Rivera. Este fenómeno empezó en 1979, sin embargo en 1993, el glaciar avanzó y el área de la laguna se redujo a un mínimo, luego aumentó hasta ahora, precisa.
En el artículo publicado por el Earth Observatory se dice que el “San Quintín ha estado retrocediendo dramáticamente” y agrega que se ha demostrado que entre 1870 y 2011, este glaciar perdió 14,6% de su superficie, mientras que el San Rafael un 11,5% durante el mismo período.
Nuevo paisaje
El glaciólogo Eric Rignot, del Jet Propulsion Laboratory de la Nasa dice que “el rápido adelgazamiento de los glaciares del Campos de Hielo ilustra el impacto global del calentamiento climático” y comenta que “los glaciares de la Patagonia experimentan algunos de los adelgazamientos más espectaculares del mundo por unidad de superficie” más que en Alaska, Islandia o Groenlandia.
“Creo que es porque muchos de ellos llegan al océano, lo cual les ayuda derriten más rápido”, explica Rignot a La Tercera.
Según sus análisis, el San Rafael, uno de los más visitado por los turistas, fluye a una velocidad de 7,6 kilómetros por año, transformándose en uno de los glaciares que se mueve más rápido en la Patagonia y lo hace uno de los más veloces del mundo.
Según sus análisis, el San Rafael, uno de los más visitado por los turistas, fluye a una velocidad de 7,6 kilómetros por año, transformándose en uno de los glaciares que se mueve más rápido en la Patagonia y lo hace uno de los más veloces del mundo.
“Es rápido, ya que se nutre de una gran cantidad de precipitación en el campo de hielo”, dice el investigador, aunque aclara que no es sinónimo de retroceso. “Se está retirando , pero no tan rápido como otros. El retroceso de los glaciares depende de la geometría (del terreno) también”, señala.
El derretimiento de un glaciar no es un fenómeno anormal, el problema es que si lo hacen muy rápido y no hay nevadas, se encogen. “En este momento, todos ellos se reducen a causa del calentamiento climático”, afirma Rignot.
Futuros estudios
Rivera señala que si bien se dice que hay adelgazamientos más espectaculares en los hielos que en otros lugares del planeta, dice que “en términos proporcionales, hay glaciares de la Patagonia que pierden a mayores tasas que en otras regiones del planeta, pero en volumen las pérdidas son muy inferiores a las de Groenlandia”
Asimismo, coincide en que el fenómeno está influenciado por el cambio climático. “Efectivamente, el sur de Chile incluyendo la Patagonia hasta el Campo de Hielo Norte, ha experimentado un incremento de temperaturas. Más al sur, las tendencias no son tan claras”, dice.
Asimismo, coincide en que el fenómeno está influenciado por el cambio climático. “Efectivamente, el sur de Chile incluyendo la Patagonia hasta el Campo de Hielo Norte, ha experimentado un incremento de temperaturas. Más al sur, las tendencias no son tan claras”, dice.
Según el Cecs a los efectos de las mayores temperaturas del aire, que aumentan el derretimiento, hay que sumar los cambios dinámicos de los glaciares que terminan en fiordos o lagunas, donde producen témpanos.
“Este tipo de glaciares responden en forma distinta respecto a uno de montaña, en algunos casos con pérdidas muy aceleradas como le ocurrió al San Rafael desde 1945 hasta principios de los 90 cuando retrocedió a una tasa de 80 metros por año, pero luego con estabilidad”, dice Rivera.
Los científicos de este centro de investigación viajarán en octubre a campos de hielo Norte y Sur, en el contexto de un proyecto Fondecyt para estudiar los glaciares de la zona, en particular analizar cómo responden a las condiciones lacustres y oceánicas donde termina el hielo y cuánto contribuyen al alza del nivel del mar y qué cambios se esperan a futuro.
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