CIENCIA Y CONOCIMIENTOS... Aprendamos sobre los misterios del universo... los invito a leerme...: febrero 2017
CIENCIA Y CONOCIMIENTOS... Aprendamos sobre los misterios del universo... los invito a leerme...
martes, 28 de febrero de 2017
LOS 3 EVENTOS QUE PODRÍAN PROVOCAR LA EXTINCIÓN DE LA HUMANIDAD, SEGÚN LOS CIENTÍFICOS.
Científicos del Reino Unido han publicado un documento que explica cuáles podrían ser los principales acontecimientos que darían paso a la extinción de la humanidad.
La investigación, titulada 'Riesgo existencial. Diplomacia y gobernanza', fue realizada por el Instituto para el Futuro de la Humanidad, de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford.
Según los expertos, las pandemias, el cambio climático y la guerra nuclear son las tres principales causas que ponen en riesgo al planeta, y advierten que la comunidad internacional aún no ha reconocido su importancia ni el peligro que suponen. "La cooperación internacional sobre los riesgos globales es ahora más importante que nunca", afirman.
En este contexto, el texto invita a los líderes mundiales a planificar estrategias contra enfermedades como el ébola y el zika y las "enfermedades emergentes", que implican agentes patógenos desconocidos para los cuales no existen vacunas. Insta además a prestar más atención a la identificación de armas biológicas. "Los patógenos sintetizados en laboratorio pueden ser más perjudiciales que cualquier enfermedad natural", señala el informe.
Por otra parte subrayan la importancia de la geoingeniería para detener el calentamiento de la Tierra y modificar el clima. Su desarrollo incluye estrategias para disminuir las emisiones del dióxido de carbono y reducir la radiación solar a través de la inyección de dióxido de sulfuro en la estratosfera.
Los resultados fueron basados en entrevistas a expertos en distintos campos reconocidos por su participación en eventos llevados a cabo en las universidades de Oxford y Cambridge. Las iniciativas de solución fueron elegidas con la ayuda de más de 50 investigadores y políticos entre más de 100 propuestas.
OBJETIVO: DESVIAR ASTEROIDES PARA QUE NO IMPACTEN CONTRA LA TIERRA.
La investigación parte del estudio del meteorito que explotó en el cielo de Cheliábinsk, en Rusia, en 2013.
Cómo afrontar el riesgo asociado a los asteroides en ruta de colisión con la tierra es uno de los grandes debates que existe hoy en día entre los científicos. Sin embargo, ahora, un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con sede en Madrid, aporta valiosa información sobre los efectos que tendría el impacto de un proyectil sobre un asteroide, con el objetivo de desviarlo y evitar que choque contra la Tierra.
La investigación, publicada en la revista 'The Astrophysical Journal', está dedicada al estudio de las propiedades físicas de asteroides potencialmente peligrosos y, para ello, el proyecto se centró en el estudio del meteorito Cheliábinsk, que explotó en el año 2013 sobre el cielo ruso tras atravesar la atmósfera.
Concretamente, según los resultados de este estudio, la composición, la estructura interna, la densidad y otras propiedades físicas del asteroide son fundamentales para determinar el éxito de una misión en la que se lanzaría un proyectil cinético para desviar la órbita de un asteroide peligroso.
"El estudio de la composición química y mineralógica del meteorito Cheliábinsk nos permite conocer detalles fundamentales de los procesos de compactación por colisiones que han sufrido los asteroides cercanos a la Tierra. Los resultados de este trabajo son muy relevantes para una posible misión en que se desee desviar de manera eficiente un asteroide próximo a la Tierra", señala el investigador del CSIC Josep Maria Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio.
Cheliábinsk, un meteorito peculiar
El meteorito que explotó atravesando los cielos de la ciudad de Cheliábinsk, en Rusia, en la zona sur de los Urales, en febrero de 2013, fue el de mayor intensidad por detrás de Tunguska, que se produjo en Siberia en 1908 y que arrasó 2.000 kilómetros cuadrados de terreno.
El meteoroide, de unos 18 metros de diámetro y una masa de unas 11.000 toneladas, penetró en la atmósfera a una velocidad próxima a los 68.000 kilómetros por hora. Tras sobrevolar varias provincias rusas, explotó aproximadamente a 20.000 metros de altura.
La fragmentación de este objeto en la atmósfera ejemplificó que la Tierra actúa como un eficiente escudo, aunque entre 4.000 y 6.000 kilogramos de meteoritos, incluido un fragmento de unos 650 kilogramos que fue recuperado posteriormente, alcanzaron el suelo.
Además, el bólido liberó una energía de 500 kilotones, 30 veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima. La onda expansiva provocó daños en edificios, especialmente en ventanas y cristales, así como heridas leves a 1.491 personas.
Los experimentos realizados durante el estudio
Los investigadores del CSIS escogieron el meteorito Cheliábinsk al considerarlo representativo de los materiales formativos de la mayoría de asteroides potencialmente peligrosos. De la clase conocida por los científicos como condrita ordinaria, estos asteroides han sufrido una gran cantidad de colisiones antes de alcanzar la Tierra y, por ello, los minerales que los componen aparecen chocados e incrementan su consistencia.
Los experimentos fueron realizados con un instrumento conocido como nanoindentador, que tiene un pequeño pistón acabado en una cabeza de diamante que realiza una presión predefinida y genera pequeñas muescas en el material, al tiempo que mide tanto la profundidad alcanzada como la recuperación plástica del material.
De esta manera, los científicos han obtenido de manera rigurosa y sistemática las propiedades clave de los materiales que forman el asteroide; en particular, la dureza, la elasticidad y la resistencia a la fractura, que podrían ser determinantes para que el impacto de un proyectil cinético lograse desviar la órbita del asteroide.
"Nuestros trabajos están demostrando que, si se quiere lanzar un proyectil para desviar un asteroide, es imprescindible conocer sus propiedades físicas y estructura interna, porque, en función de eso, el desvío de su trayectoria, será más o menos eficiente", explica Trigo.
Por su parte, otro de los investigadores del CSIC, Carles Moyano, concluye que gracias a la realización de este tipo de experimentos, "pioneros en meteoritos, estemos más cerca de afrontar con éxito el encuentro futuro con asteroides".
EL TEMA YA NO ES SABER SI ES QUE ENCONTRAREMOS UNA SEGUNDA TIERRA, SINO CUÁNDO.
"Estamos dando un paso adelante para responder a la pregunta de si estamos solos aquí", ha comentado un especialista de la NASA sobre el hallazgo de un nuevo sistema solar.
Thomas Zurbuchen, administrador asociado del Directorio de la Misión Científica en la sede de la NASA de Washington, ha comentado el nuevo descubrimiento de la agencia espacial afirmando que el mismo "nos da una pista de que el tema no es saber si es que encontraremos una segunda Tierra, sino cuándo".
"Estamos dando un paso adelante para responder a la pregunta de si estamos solos aquí", señaló el especialista. Mientras tanto, el director del Spitzer Science Center de la NASA, Sean Carey, sostuvo que "se trata del descubrimiento más emocionante que hemos realizado con el telescopio Spitzer en sus 14 años de operación".
Este miércoles, la NASA convocó una rueda de prensa especial donde anunció el descubrimiento de un nuevo sistema solar que se encuentra a tan solo 39 años luz de la Tierra. Los científicos precisaron que al menos siete planetas del tamaño de la Tierra orbitan alrededor de la estrella enana fría de dicho sistema, conocida como TRAPPIST-1. Los seis planetas interiores se encuentran en una zona templada donde las temperaturas de la superficie varían de 0 a 100 grados Celsius, mientras que al menos tres de estos mundos podrían contar con océanos.
QUIEN NO VEA ESTE "ANILLO DE FUEGO" EN SUDAMÉRICA DEBERÁ ESPERAR HASTA EL 2023.
El eclipse solar anular será visible para más de 500 millones de personas que viven en una parte de América del Sur, África y la Antártida, y no se repetirá en el Cono Sur hasta 2023.
El primer eclipse solar de 2017 es también uno muy especial. El impresionante 'anillo de fuego' en el cielo podrá contemplarse en todo su esplendor en varias zonas de Chile y Argentina, aunque también podrá apreciarse parcialmente en otras zonas de Sudamérica. Además, se trata de un fenómeno único que no se repetirá en esta región hasta el año 2023.
Un fenómeno especial El resto podrá gozar de este fenómeno astronómico a través de la señal de RT, que retransmitirá el eclipse solar en directo a través de esta página web.
Un eclipse solar ocurre cuando la Tierra, la Luna y el Sol se alinean perfectamente de tal forma que la Luna tapa la luz solar y crea una 'sombra' en la superficie terrestre. Debido a la órbita elíptica de nuestro satélite natural, su distancia con respecto a la Tierra es muy variante.
De aquí que un eclipse solar total se produce cuando la Luna está más cerca de la Tierra, mientras que en un eclipse anular —como el de este domingo— la Luna está más alejada de nuestro planeta y se ve más pequeña que el Sol, creando un efecto visual único semejante al de un anillo dorado. También están los eclipses parciales, en los que la Luna 'tapa' parte de la luz solar que recibimos en la Tierra.
Los afortunados que se encuentren en la línea del eclipse ―que abarca unos 13.700 kilómetros de largo y unos 72 kilómetros de ancho―, podrán observar la mejor parte. Es el caso de los habitantes del sur de Argentina (especialmente de la provincia de Chubut) y de Chile (región de Aysén), quienes tendrán la oportunidad de observar este fenómeno en su totalidad la mañana de este domingo, aunque también podrá ser visto de forma parcial desde algunas regiones de Perú, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Brasil.
En total, son más de 500 millones de personas que viven en una zona de Sudamérica, parte de África y la Antártida, los que disfrutarán de este espectáculo natural.
Haga clic aquí para consultar los horarios del eclipse de este domingo.
CÓMO VER DESDE CHILE EL PRÓXIMO ECLIPSE ANULAR DEL SOL.
Este evento se podrá ver el próximo 26 de febrero de manera total en sólo algunas partes del país.
El próximo 26 de febrero es una fecha muy importante para los aficionados a la astronomía, pues podrá verse en Chile un eclipse anular de Sol. Este fenómeno, en donde la Luna cubrirá parcialmente al Sol, podrá ser visto desde distintas partes del país.
Este fenómeno además será anular, ya que la Luna estará orbitando relativamente lejos de la Tierra al momento del eclipse. Al no alcanzar a cubrirlo en su totalidad, dejará ver un anillo de luz a su alrededor. Ese momento específico tendrá una duración de un minuto. En total, el evento tomará alrededor de 2 horas y 30 minutos.
El mejor punto para apreciar este evento será en el sur de Argentina y Chile, en Comodoro Rivadavia y en Puerto Aysén respectivamente, en donde podrá verse en un 100%.
En el resto del país, en ciudades como Santiago de Chile, el eclipse será de un 60%.
“En la mayor parte de Chile, el momento de mayor oscurecimiento será a las 13:30 UT, que corresponde a las 10:30 hora chilena, del domingo 26 de febrero del 2017. Desde la décima región hacia el sur, el momento de máximo oscurecimiento estará un poco retrasado (10:36 para Aysén, 10:37 para Coyhaique)”, indica el Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales en su sitio web.
Debido a que los efectos de radiación solar son muy fuertes para verlos de manera directa pues puede causar pérdida de visión, es necesario contar con el equipo adecuado, ya sea filtros especiales para telescopios o lentes certificados para ver el eclipse. Otro método utilizado es verlo proyectando la imagen.
¿HAY ALGUIEN AHÍ FUERA? ESTOS SON LOS 11 PUNTOS CLAVES DEL NUEVO DESCUBRIMIENTO DE LA NASA.
Los científicos han anunciado el descubrimiento de un nuevo sistema solar con al menos siete planetas del tamaño de la Tierra.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) ha anunciado este miércoles en una rueda de prensa especial el descubrimiento de un nuevo sistema solar que se encuentra a tan solo 39 años luz de la Tierra.
Los científicos han precisado que al menos siete planetas del tamaño de la Tierra orbitan alrededor de la estrella enana fría de dicho sistema, conocida como TRAPPIST-1. Los seis planetas interiores se encuentran en una zona templada donde las temperaturas de la superficie varían de cero a 100 grados Celsius.
De los planetas descubiertos se sabe lo siguiente:
Este sistema se encuentra a tan solo 39 años luz de la Tierra.
Los planetas tienen entre 0,4 y 1,4 veces la masa de la Tierra y su tamaño aproximado es similar al de nuestro planeta.
La frecuencia con la que dan una vuelta alrededor de la estrella varía desde un día y medio hasta 20 días.
Los científicos creen que cada planeta del sistema siempre muestran su misma cara a la estrella.
La atmósfera de algunos planetas podría ser similar a la de la Tierra o de Venus.
Aunque los expertos afirman que las temperaturas de superficie permiten la presencia de agua líquida, los planetas están demasiado lejos para probar que sí la alberguen.
Las temperaturas de superficie varían de cero a 100 grados Celsius.
Se cree que al menos tres de estos mundos podrían contar con océanos, lo que aumenta la probabilidad de que alberguen vida.
Ninguno de los planetas tiene luna, si bien se encuentran tan cerca uno del otro que se verían como la Luna desde la Tierra.
Los planetas se encuentran mucho más cerca de su estrella que en el Sistema Solar: si TRAPPIST-1 ocupara el lugar del Sol, todos sus planetas se encontrarían dentro de la órbita de Mercurio.
Este sistema solar se formó, probablemente, hace 500 millones de años, mientras que nuestro Sol se formó hace 4.500 millones de años.
Dado que ningún otro sistema estelar conocido contiene un número tan grande de planetas del tamaño de la Tierra, según la revista 'Nature', este descubrimiento abre nuevas oportunidades para los investigadores del espacio:
"Este sistema va a ser uno de los mejores laboratorios que tenemos para entender la evolución de los planetas pequeños", aseguró Zachory Berta-Thompson, un astrónomo de la Universidad de Colorado en Boulder.
Debido a que el sistema está tan cerca de la Tierra, los astrónomos pueden estudiar las atmósferas de los planetas con relativa facilidad. Eso podría revelar una asombrosa diversidad de mundos cubiertos de rocas o de hielo.
Los seis planetas interiores probablemente se formaron más lejos de su estrella y luego emigraron hacia el interior. Ahora están tan cerca el uno del otro que sus campos gravitatorios interactúan, empujándose unos a otros de maneras que permitieron al equipo estimar la masa de cada planeta. La disposición de tantos planetas del tamaño de la Tierra tan juntos será una bonanza para los investigadores que están trabajando para comparar cómo evolucionan los mundos, según Michaël Gillon, astrónomo de la Universidad de Lieja en Bélgica.
¿Cómo y cuándo fueron descubiertos?
El equipo liderado por Guillon buscó nuevos planetas con ayuda de dos telescopios de 60 centímetros ubicados en Chile y Marruecos, y en mayo del año pasado anunció el descubrimiento de tres planetas que orbitan alrededor de TRAPPIST-1. En un primer momento detectaron el oscurecimiento leve de un planeta y lo siguieron, investigación en cuyo desarrollo el telescopio espacial Spitzer de la NASA ‘observó’ el cuerpo espacial durante 20 días consecutivos.
Después vieron que lo que creían que era solo un planeta eran, en realidad, cuatro, después de lo cual pudieron observar el resto, incluido el séptimo y más lejano de todos. Tras investigarlos, Guillon concluyó que, probablemente, los seis planetas más cercanos a la estrella se formaron fuera de su órbita, pero fueron atraídos después hacia ella.
"Es una piedra de Rosetta con siete idiomas diferentes, o sea, siete planetas diferentes que nos podrían aportar perspectivas completamente diferentes sobre la formación planetaria", opina Julien De Wit, miembro del equipo científico.
NASA: DESDE CHILE HALLAN SISTEMA DE 7 PLANETAS ORBITANDO UNA ESTRELLA, 3 TENDRÍAN OCÉANOS.
Los seis planetas más cercanos a la estrella, probablemente rocosos, pueden tener una temperatura en la superficie de entre 0 y 100 grados, el rango en el que puede haber agua líquida, y tres de ellos están en la llamada "zona habitable".
A tan solo 40 años luz de la Tierra hay un sistema estelar con siete planetas de masa similar al nuestro, tres de los cuales se encuentran en la zona habitable y podrían albergar océanos de agua en la superficie, lo que aumenta la posibilidad de que ese sistema pudiera acoger vida.
El sistema, localizado por un grupo internacional de astrónomos y cuyo estudio publica hoy Nature, tiene tanto el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra como el mayor número de mundos que podrían contar con agua líquida en superficie.
Los seis planetas más cercanos a la estrella, probablemente rocosos, pueden tener una temperatura en la superficie de entre 0 y 100 grados, el rango en el que puede haber agua líquida, y tres de ellos están en la llamada "zona habitable", por lo que son candidatos especialmente prometedores para albergar vida.
Los cuerpos recién descubiertos giran en órbitas planas y ordenadas alrededor de TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría con un brillo cerca de mil veces menor al del Sol.
El autor principal del estudio, Michaël Gillon, del Instituto STAR en la Universidad de Lieja (Bélgica) se mostró encantado con los resultados: "Se trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos encontrado tantos planetas, ¡sino porque son todos asombrosamente similares en tamaño a la Tierra!", según un comunicado.
El nuevo sistema es relevante para los científicos por su cercanía a la Tierra en términos astronómicos y porque es el primero que cuenta con siete planetas de un tamaño similar al nuestro, así como por el reducido tamaño de su estrella, una particularidad que simplificará el estudio del clima y la atmósfera de esos mundos.
Los siete planetas son 80 veces mayores respecto a TRAPPIST-1 que la Tierra respecto al Sol, por lo que bloquean una gran cantidad de luz cuanto transitan por delante de la estrella.
Eso facilita a los investigadores la tarea de identificar sus componentes químicos por medio de técnicas de fotometría.
"Hemos buscado una estrella muy pequeña, al contrario que otros grupos de astrónomos. Eso hace que los planetas aparezcan magnificados", explicó en una rueda de prensa telefónica Amaury Triaud, investigador de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
Tras una primera fase de "reconocimiento", los científicos planean ahora iniciar "observaciones detalladas para estudiar el clima y la composición química de los cuerpos, con el objetivo de determinar si hay vida en ellos".
"En unos años sabremos mucho más sobre estos planetas y esperamos saber si hay vida en el plazo de una década", afirmó Triaud.
En 2010, el grupo de investigadores liderado por Gillon, comenzó a escudriñar la vecindad del Sistema Solar con el telescopio robótico TRAPPIST (Telescopio Pequeño para Planetas en Tránsito y Planetesimales), ubicado en Chile.
El prometedor descubrimiento inicial de la estrella TRAPPIST-1 permitió a los investigadores enfocar el telescopio espacial Spitzer de la NASA hacia ese punto durante 20 días sin interrupción.
A partir de esas observaciones y las de otros telescopios terrestres -entre ellos el William Herschel, ubicado en la isla canaria de La Palma (España)- recogidas durante años, se han recopilado evidencias de 34 tránsitos de cuerpos frente a la estrella, que atribuyen a las órbitas de siete planetas.
El sistema estelar, en el que los seis cuerpos interiores tienen periodos orbitales de entre 1,5 y 13 días, recuerda a los astrónomos al que forman Júpiter y sus lunas, tanto por sus proporciones relativas como por las órbitas compactas y cercanas.
En los últimos años, los científicos han acumulado pruebas de que los planetas del tamaño de la Tierra son corrientes en la galaxia, pero el trabajo de Gillon y sus colegas indica que son aún más abundantes de lo que se pensaba.
Se calcula que, por cada planeta que se detecta cuando transita frente a su estrella, hay una multitud de otros cuerpos similares (entre 20 y 100 veces más) que permanecen inobservables porque desde la perspectiva terrestre no cruzan por delante del astro.
¿CUÁNDO COLISIONARÁ LA TIERRA CON LA LUNA? LOS CIENTÍFICOS TIENEN LA RESPUESTA.
El suceso se producirá por la desaceleración de la rotación de la Luna sobre su eje, que conducirá a un progresivo acercamiento con nuestro planeta.
El profesor de astrofísica Jason Barnes, de la Universidad de Idaho, EE.UU., ha pronosticado en una entrevista con el columnista de Forbes Bruce Dorminey la fecha aproximada en la que se producirá la colisión de la Tierra con la Luna. El experto considera que el satélite y nuestro planeta colisionarán dentro de unos 65 mil millones de años.
Como posible causa del choque, el especialista señala la futura desaceleración de las rotaciones de nuestro satélite y de la Tierra en torno a sus ejes. Este fenómeno causaría una resonancia orbital entre ambos astros, que llevaría a un acercamiento progresivo del satélite a la Tierra que acabaría finalmente en una colisión. Los científicos pronostican que cuando esto ocurra, el período de rotación de la Luna alrededor de su eje será de unos 47 días.
Actualmente el satélite de Tierra completa el viaje alrededor de su eje en unos 27 días, mientras nuestro planeta concluye su rotación en tan solo una jornada.
LA NASA DESPIERTA LA VIDA DE HACE 50.000 EN CUEVAS DE MÉXICO.
"Esta puede ser la historia profunda de nuestra vida", admite la directora del Instituto de Astrobiología de la NASA, la institución responsable del descubrimiento.
En el norte de México han sido hallados microbios que podrían tener hasta 50.000 años de antigüedad, informa AP citando a los biólogos del Instituto de Astrobiología de la NASA que este viernes han anunciado su descubrimiento en la Asociación Estadounidense de Fomento a la Ciencia en Boston (EE.UU.).
El sistema de cuevas donde los científicos encontraron estas formas de vida es "tan hermoso y caliente que lo llaman tanto el País de las Hadas como el infierno", anota la agencia. Las cuevas se encuentran en una mina de plomo y cinc abandonada de 800 metros de profundidad en el pueblo de Naica, en el estado de Chihuahua.
En los cristales de estas cuevas de condiciones inhóspitas para la vida los investigadores de la NASA hallaron hasta 40 cepas diferentes de microbios, entre ellos algunos virus. Los organismos se encontraban en estado inactivo y los científicos tuvieron que 'despertarlos' y hacerlos crecer en cultivo microbiológico.
Los científicos afirman que el ADN de las formas de vida halladas difiere en un 10% del de sus parientes más cercanos, una diferencia tan grande como la que separa a los humanos de las setas. "Son un ejemplo de organismos que se mantienen en vida esencialmente alimentándose de minerales y compuestos inorgánicos a temperaturas muy altas", ha aclarado Penelope Boston, directora del Instituto de Astrobiología de la NASA. "Esta puede ser la historia profunda de nuestra vida", ha indicado al caracterizar el hallazgo como "supervida".
Si se confirma la antigüedad de los microbios, determinada a partir del análisis del crecimiento de los cristales, implicaría que los microbios tienen mayores capacidades para sobrevivir durante miles de años en condiciones extremadamente duras en minerales como el hierro y el manganeso.
HALLAN UNA "EVIDENCIA SUSTANCIAL" QUE INDICA QUE NUESTRO UNIVERSO PODRÍA SER UN HOLOGRAMA.
Según su teoría, toda la información que genera nuestra realidad en 3D estaría contenida en una superficie de dos dimensiones.
Un grupo internacional de físicos, astrofísicos y matemáticos han encontrado lo que creen que es la primera "evidencia sustancial" de que nuestro universo podría ser un holograma amplio y complejo, informa el portal Phys.org.
Los autores del estudio han creado un modelo 3D que, según ellos, justifica una idea propuesta a principios de los noventa que habla de la existencia de un universo holográfico. Según ella, viviríamos en un espacio donde toda la información que genera nuestra realidad 3D está contenida en sus límites en una superficie de dos dimensiones.
"Imaginen que todo lo que ven, sienten y oyen en tres dimensiones (y también su percepción del tiempo) emanara de hecho de un campo plano de dos dimensiones", ha sugerido Kostas Skenderis, profesor de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Southampton (Reino Unido) y coautor de la investigación.
Esta idea es "similar a los hologramas comunes, donde una imagen de tres dimensiones está codificada en una superficie de dos dimensiones" como, por ejemplo, los hologramas de las tarjetas de crédito. Pero en este caso, sería "el universo entero el que está codificado", ha explicado Skenderis.
Los avances tecnológicos en telescopios y equipamientos de detección en las últimas décadas, han permitido a los investigadores encontrar una vasta cantidad de datos escondidos en el 'ruido blanco', o microondas, que permanece desde el momento de la creación del universo.
Gracias a esta nueva información, los científicos descubrieron que algunas de las más simples teorías cuánticas de campos pueden explicar casi todas las observaciones cósmicas del universo temprano.
Según Skenderis, los científicos llevan décadas trabajando para poder combinar la teoría general de la relatividad de Einstein con la teoría cuántica de campos. "Algunos estiman que el concepto de un universo holográfico tiene el potencial de reconciliar a las dos", señala el profesor.
Los investigadores expresan la esperanza de que su investigación ayudará a abrir el camino a la comprensión del universo en su etapa temprana y a explicar cómo surgieron el espacio y el tiempo.
Un grupo de investigadores rusos estudia 70 muestras recogidas en un desierto del oriente del país.
Unos 13 kilogramos de materiales de origen extraterrestre cuyas propiedades son parecidas a las de los meteoritos han sido descubiertos por un grupo de investigadores rusos en un desierto iraní. El hallazgo se debe a cuatro geólogos de la Universidad Federal de los Urales que recogieron un importante número de fragmentos en el desierto de Lut –al este del país–, informa el canal Vesti.
Los investigadores creen que un 80% de las muestras recogidas son fragmentos de meteoritos, cuyo material se conservó bien gracias a la aridez y las peculiaridades del terreno. Algunos de los fragmentos (al menos 10 de las 70 muestras) pertenecen a un único tipo de material, por lo cual podrían haber formado parte de una lluvia de aquellos cuerpos celestes.
El director científico del grupo, Víktor Grojovski, ha explicado que todas las muestras han sido medidas y catalogadas. Los investigadores están evaluando su edad y el momento que se separaron del cuerpo matriz. El geólogo en jefe cree que los materiales son coetáneos del Sistema Solar y tienen unos 4.500 millones de años.
Una parte de los hallazgos ha sido entregada a la Universidad Shahid Bahonar de Kerman, ubicada en el este de Irán y otra ha sido trasladada a Rusia.
Grojovski, que es miembro del comité de meteoritos de la Academia Rusa de Ciencias, fue reconocido por la revista 'Nature' como una de las diez personas más destacadas de 2013 por su estudio del bólido de Cheliabinsk, que cayó en Siberia el 15 de febrero de aquel año sembrando el pánico.
VIAJAMOS POR EL ESPACIO A MÁS DE 2 MILLONES DE KM. POR HORA SIN SABERLO.
El fenómeno fue descubierto hace 40 años, pero los astrónomos no han logrado explicarlo hasta ahora.
Cuesta de imaginar, pero mientras hacemos nuestra rutina diaria nos desplazamos a través del espacio a más de dos millones de kilómetros por hora. Eso se debe a que, de acuerdo con los astrónomos, nuestra galaxia, la Vía Láctea, se mueve a una velocidad inimaginable con respecto al resto del universo.
El impactante descubrimiento fue realizado hace 40 años. En aquel entonces, sabiendo que el movimiento de las galaxias está dominado por la atracción gravitatoria, los astrónomos creían que el responsable de este movimiento insólito era la atracción que ejercía sobre la Vía Láctea el supercúmulo de Shapley, la mayor concentración de galaxias del universo cercano. Pero ahora un equipo de científicos liderados por el profesor Yehuda Hoffman, de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) ha identificado a otro culpable de este fenómeno.
Según el estudio, publicado en la revista 'Nature Astronomy', con ayuda del telescopio Hubble los investigadores han analizado la velocidad de 8.000 galaxias. Basándose en estos datos, fue creada una simulación en tres dimensiones que ha encontrado a 500 millones de años luz de nosotros una zona de baja densidad de estrellas y galaxias que con su atracción gravitatoria empuja a la Vía Láctea hacia el cúmulo de Shapley.
La suma de las dos fuerzas, por su parte, acelera a nuestra galaxia hasta 630 kilómetros por segundo o 2,3 millones de kilómetros por hora, explican los científicos.
CONFIRMAN QUE EXISTE UN SÉPTIMO CONTINENTE EN LA TIERRA.
El continente tiene una extensión de 4,9 millones de kilómetros cuadrados y está situado cerca de Australia.
Un nuevo estudio de la corteza terrestre realizado por un grupo de 11 científicos de varios países presupone que en nuestro planeta existe un séptimo continente que todavía no ha sido reconocido por la geología oficial. Tradicional se considera que son seis los continentes de la Tierra -Norteamérica, Sudamérica, Eurasia, África, Australia y la Antártida-, aunque la división puede variar en diferentes regiones del mundo.
'Zealandia', como los investigadores llamaron al séptimo continente, está situado al este de Australia e incluye Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, que, según sostienen los autores, no son cadenas de islas, sino que forman parte de una sola placa de corteza continental.
El 'nuevo' continente tiene una superficie de 4,9 millones de kilómetros cuadrados, el 94% de los cuales se encuentra bajo el agua. Los geólogos aseguran queno forma parte de Oceanía, ya que ambos continentes están separados por la fosa Cato.
Los investigadores señalan que a primera vista Zealandia puede parecer fragmentada, sin embargo tras analizar mapas científicos de elevación y gravedad de fondos marinos han logrado demostrar que Zealandia constituye una región unificada. Las muestras y los datos de satélites también confirman que Zealandia es una sola placa.
'Zealandia' sí, pero no 'Nueva'
La palabra 'Zealandia' no es una invención reciente. En 1995 Bruce Luyendyk, un geofísico de la Universidad de California en Santa Bárbara, EE.UU., bautizó así la región, aunque no la llamó 'continente'.
El propio Luyendyk es optimista al respecto del futuro del estudio que lleva a cabo el equipo internacional. "Son algunos de los mejores científicos", cita el comentario de Luyendyk 'Science Alert', añadiendo que "han recopilado una sólida colección de pruebas muy detalladas".
REVELAN UNA CRIATURA SIN ANO QUE PUDO SER EL "TATARABUELO" DEL SER HUMANO.
El 'Saccaorhytus' podría haber vivido hace 540 millones de años y ser el ascendiente más antiguo del ser humano.
El 'Saccaorhytus', una criatura marina microscópica —medía cerca de un milímetro— podría ser el ascendiente más antiguo del ser humano y redefinir los estudios sobre la evolución de los seres vivos en la Tierra, según los científicos.
Unos microfósiles identificados por científicos de China, Alemania y el Reino Unido en la provincia de Shaanxi (China) indican que ese animal podría haber vivido hace 540 millones de años y sería el ejemplo más primitivo de los llamados dueteróstomos, una categoría biológica con diversos subgrupos, incluidos los vertebrados, según un estudio publicado en la revista 'Nature'.
Al parecer, la criatura habitaba entre los granos de arena del fondo del mar y tenía un cuerpo simétrico bilateralmente cubierto con una piel fina y relativamente flexible, una circunstancia que sugiere que poseía algún tipo de musculatura para realizar movimientos contráctiles y serpentear.
Su cuerpo tenía estructuras cónicas para que saliera el agua que tragaba —en cuyo caso, se trataría del precursor de las branquias de los peces— y tenía una boca grande en comparación con el resto de su cuerpo. Como circunstancia curiosa, los científicos no han encontrado ninguna evidencia de que tuviera ano, algo que apunta que evacuaba cualquier material de desecho por esa apertura.
UNAS URNAS "BIBLICAS" REVELAN CAMBIOS SORPRENDENTES EN EL CAMPO MAGNÉTICO DE LA TIERRA.
Un grupo de investigadores ha estudiado cerámica hallada en territorios del antiguo reino de Judá y ha llegado a conclusiones inesperadas.
Rastros del campo magnético de la Tierra 'impresos' en jarras de los tiempos bíblicos han revelado períodos anteriormente desconocidos en los que la fuerza del campo disminuía o aumentaba, según un artículo publicado en la revista científica estadounidense 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
La dirección de la aguja de una brújula no es constante en nuestro planeta, pues el fenómeno de la inversión magnética de la Tierra se repite cada 26 millones de años. La inversión de los polos magnéticos es un proceso que se desarrolla durante varios miles de años, lo que produce como consecuencia una brusca debilitación de los campos magnéticos.
Contrariamente a la opinión generalizada, no todos estos cambios se reflejan en las rocas, según el reciente estudio realizado por un grupo de académicos encabezado por Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv, que han investigado cerámica hallada en territorios del antiguo reino de Judá, en Oriente Medio.
Muchas rocas de nuestro planeta, incluida la arcilla, contienen átomos de hierro en los que queda registrada toda la información sobre la dirección del campo magnético de la Tierra y sobre su fuerza en el momento de la formación de esas rocas. Si la arcilla se calienta hasta determinada temperatura, la información 'impresa' en ella se elimina y queda sobrescrita con datos sobre el estado actual del campo.
Basándose en esa idea, Ben-Yosef y sus colegas han investigado fragmentos de jarras hallados en la zona, y tras medir su magnetización obtuvieron un historial geomagnético que muestra cómo cambió el campo magnético de la Tierra desde el siglo VIII hasta el siglo II antes de Cristo. En general, la fuerza del campo magnético se redujo durante ese período, lo que se corresponde con los datos de otros estudios.
Sin embargo, los investigadores han registrado que a finales del siglo VI antes de Cristo hubo una subida contundente en la fuerza del campo que nunca había sido registrado en rocas. Durante ese período la fuerza del campo magnético del planeta alcanzó un nivel dos veces superior al actual. Además los científicos han detectado episodios de una caída de la fuerza en los años 730-701 antes de Cristo, cuando la potencia del campo magnético disminuyó en un 27%, lo que no se corresponde con los pronósticos teóricos.
Estos descubrimientos, afirman los académicos, no cambian nuestro entendimiento de la inversión de los polos magnéticos, pero las mediciones de alta precisión ayudan a los geólogos a mejorar sus pronósticos y entender cómo este tipo de cambios podrían haber afectado la vida terrestre en el pasado.