LA NASA PODRÍA BUSCAR VIDA EXTRATERRESTRE CERCA DE LAS ENANAS MARRONES. (VIDEO).
space.com
El telescopio de la NASA Spitzer podría ser utilizado para buscar vida extraterrestre cerca de las enanas marrones, astros que no lograron convertirse en estrellas normales.
Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts propuso utilizar el observatorio espacial para detectar los exoplanetas del tamaño de Marte que orbiten esas ´estrellas fallidas´, que son más pequeños y más fríos que nuestro Sol.
Los planetas rocosos buscados orbitarán más cerca que Mercurio al Sol, una zona donde el calor leve de las enanas marrones puedan potencialmente sostener la vida, o sea mantener agua sobre la superficie.
Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts propuso utilizar el observatorio espacial para detectar los exoplanetas del tamaño de Marte que orbiten esas ´estrellas fallidas´, que son más pequeños y más fríos que nuestro Sol.
Los planetas rocosos buscados orbitarán más cerca que Mercurio al Sol, una zona donde el calor leve de las enanas marrones puedan potencialmente sostener la vida, o sea mantener agua sobre la superficie.
Armaury Triaud, el autor principal de la propuesta, dijo al portal Space.com que es más fácil encontrar esos pequeños planetas cerca de la enana marrón que de una estrella mayor. Las ´estrellas fallidas´ son más brillantes en el infrarrojo y las ya conocidas se ubican relativamente cerca de la Tierra, lo que facilita la detección de planetas sobre su movimiento.
Los hallazgos del Spitzer serán usados para estudios más detallados por el futuro telescopio espacial James Webb, un aparato más potente que deberá detectar atmósferas mediante ´biomarcadores´, tales como las moléculas de oxígeno.
Las enanas marrones se generan de la misma forma que las estrellas, como resultado de la compresión de una nube de gas y polvo bajo la influencia de la propia gravitación, pero su masa es demasiado pequeña como para que dé pie a reacciones de síntesis termonuclear. Entonces se convierten en gigantes de gas que se enfrían lentamente.
El Telescopio Espacial Spitzer monitoriza la radiación infrarroja emitida por los objetos del sistema solar y más allá. El aparato es un observatorio espacial infrarrojo que fue lanzado en 2003 y orbita alrededor del Sol.
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