REVELAN RICA BIODERVIDAD DE ISLOTES PÁJAROS EN LA IV REGIÓN.
Expedición de Oceana identificó 55 especies en ambos islotes, ubicados dentro del sector que la ONG postula para crear un Area Marina Costera Protegida de Múltiples Usos.
LOS ISLOTES Pájaros Grande y Chico, ubicados frente a la costa de Caleta Hornos, en la Cuarta Región, son reconocidos por ser un excelente lugar para buceo. Pero una expedi- ción científica -realizada en octubre pasado por la ONG Oceana- revela por primera vez su rica biodiversidad.
A través de buceos y del uso de un robot submarino (ROV) a profundidades que alcanzaron los 250 metros, los expertos identificaron 55 especies en total: 42 de invertebrados, nueve de peces y cuatro de macroalgas.
Además, se documentó la importancia de los islotes como colonias reproductivas de lobo marino común, pingüino de Humboldt y de los bancos de corales y bosques de macroalgas que representan un hábitat importante para peces costeros, especialmente para la crianza de juveniles de castañeta o jerguilla. El robot también registró cardúmenes de jureles, krill y langostinos, recursos pesqueros importantes de la IV Región.
Los islotes se ubican en la parte sur del área que en la que Oceana propuso, el año 2010, se creara un Area Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU), que está siendo tramitada en el gobierno y que ahora, tras este nuevo estudio pretenden reimpulsar. Esta cubriría el área comprendida entre Punta Pájaros, al sur de la Región de Atacama y Punta Porotos, al norte de la Región de Coquimbo (ver infografía).
Carlos Gaymer, biólogo marino de la U. Católica del Norte e investigador del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas (Ceaza), dice que la mayor parte de los peces costeros de importancia económica han sido sobreexplotados en el centro norte de Chile, por lo que urge que existan áreas donde se permita la recuperación de éstos. “Además, el sector costero de La Higuera es el más productivo de las regiones III y IV, generando el 60% de la producción de loco de la región”, dijo.
Por eso, el experto dice que crear un AMCP-MU en la zona es una necesidad. “Un área de múltiples usos permite actividades de pesca bien manejadas, turismo, investigación y una serie de actividades de bajo impacto. Lo interesante es que este modelo permite la conservación de la biodiversidad y la recuperación de los recursos en zonas sin pesca permitida, y mantiene en otras las actividades económico-extractivas de los principales usuarios de los espacios costeros de esta zona, los pescadores artesanales”, dice.
Leonel Sierralta, jefe de la División de Recursos Naturales Renovables y Biodiversidad, del Ministerio del Medio Ambiente, dice que no cabe duda la importancia de la zona, desde el punto de vista de la biodiversidad, y que -efectivamente- recibieron hace dos años la propuesta de Oceana. “Esta fue analizada técnicamente. El ministerio solicitó aclaraciones a Oceana, las que no han sido ingresadas. Adicionalmente, no basta con proponer áreas de conservación. Además, se debe trabajar con los usuarios y grupos de interés presentes en el área para concordar superficies, usos posibles, estrategias de conservación y, finalmente, a partir de un proceso participativo, lograr un acuerdo que permita el diseño del área y su plan de manejo. Ese proceso no se ha realizado aún”, dice.
Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana, dice que este es uno de los lugares donde más se justifica un área marina protegida en Chile. “Los estudios científicos lo respaldan y es urgente que se tome una decisión antes que tengamos que lamentar un mayor deterioro de este ecosistema único. Seguiremos difundiendo el proyecto entre las comunidades, el gobierno local y nacional y en el Congreso”.
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