DETERMINAN LA TEMPERATURA MÍNIMA DE LAS ENANAS ROJAS.
En un nuevo estudio que se publicará en la próxima edición de la revista Astrophysical Journal Supplement Series, astrofísicos de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) pudieron trazar la línea divisoria entre las enanas rojas y las enanas marrones, dos tipos de estrellas tenues que a menudo son difíciles de distinguir.
Las enanas rojas son decenas de veces más pequeñas que el Sol y varias veces más débiles en calor, pero en su interior se producen débiles reacciones termonucleares que generan radiación. Pueden existir y brillar tenuemente durante muchos miles de millones de años, mientras que las enanas marrones se desvanecen con el tiempo y se enfrían permanentemente.
Para su investigación, el equipo analizó 172 enanas rojas y marrones de diferentes tipos espectrales y descubrieron que los objetos más cálidos tienen órbitas mucho más alargadas y, por lo tanto, son más viejos.
La mayoría de las enanas rojas son bastante viejas, al tiempo que las enanas marrones que aún están calientes son jóvenes. Con el tiempo, las perturbaciones gravitacionales hacen que las órbitas de las estrellas alrededor del centro galáctico sean cada vez más elípticas, de manera que las estrellas más jóvenes tienen órbitas más circulares.
Se reveló que por debajo de la temperatura de unos 1.200 a 1.400 grados Celsius "todo son enanas marrones, estrellas fallidas que están destinadas a apagarse", dijeron los investigadores. En cambio, por encima de esta temperatura crítica, los soles tenues son una mezcla de enanas rojas de larga vida y enanas marrones jóvenes. En comparación, la temperatura de la superficie del Sol es de unos 5.500 grados Celsius.
Los resultados son intrigantes, pero provisionales, y requieren mayor investigación. Los autores del estudio planean ampliar las observaciones en el futuro para trazar el límite de temperatura de forma aún más precisa y fiable.
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