VIDEO: DOS SUPERLUNAS SE PODRÁN APRECIAR EN ENERO DE 2018.
El pasado 3 de diciembre ya se observó un evento de Superluna, el cual se repetirá en dos ocasiones más, en menos de dos meses. El año nuevo nos recibirá con una Superluna el 1 de enero y la siguiente el 31 del mismo mes de 2018.
Una Superluna es cuando está en su punto más cercano a la Tierra (perigeo), y además está llena. Este fenómeno sólo puede ocurrir aproximadamente tres veces en un año.
Según informa la NASA, "la órbita de la Luna es elíptica, un lado (apogeo) está a unos 50.000 km más lejos de la Tierra que el otro (perigeo)". En este evento, la Luna parecerá un 14% más grande y un 30% más brillante de lo normal.
Este fenómeno se podrá apreciar en todos los lugares del mundo, sin embargo, para observarla de mejor forma, los astrónomos recomiendan sitios abiertos y alejados de grandes ciudades, para evitar la luz artificial.
ASTEROIDE QUE FUE "INVISIBLE" HASTA NAVIDAD PASARÁ EL JUEVES A MUY CORTA DISTANCIA DE LA TIERRA.
El 2017 YZ4 , un 'objeto próximo a la Tierra', pasará este jueves entre el planeta y la Luna.
Tras apenas tres días de ser descubierto, un asteroide pasará este jueves entre la Tierra y la Luna, a corta distancia —para la astronomía— de nuestro planeta, informa el portal The Watchers.
Este cuerpo espacial, que mide entre 6,9 y 15 metros de diámetro y se desplaza a una velocidad de 9,5 km/h, se encontrará a las 15:56 UTC de ese día a sólo 224.396 kilómetros de la Tierra. El asteroide ha sido bautizado como 2017 YZ4 y calificado como un objeto próximo a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés). Fue descubierto este lunes 25 de diciembre.
El hecho no es inusual. El último objeto espacial que se desplazó a una distancia lunar de la Tierra fue reportado este 21 de noviembre, y el que ahora se aproxima es el 52º desde principios de este año.
Según datos actualizados para el 24 de diciembre, la ciencia conoce 17.495 objetos tipo NEO que se desplazan alrededor de la Tierra, y 17.389 de ellos son asteroides, recalca el portal. Desde el inicio de este año, han sido descubiertos 1.985 objetos próximos a la Tierra.
IDENTIFICAN UNA DE LAS PRIMERAS ESTRELLAS FORMADAS EN LA VÍA LÁCTEA.
La J0815+4729, que es el nombre que ha recibido la estrella identificada, está a 7.500 años luz de distancia del Sol y es uno de los astros con menos contenido metálico que se conoce.
Científicos del español Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han identificado una estrella clave para entender la formación de los primeros elementos químicos en la Vía Láctea y que es de las primeras que se formó en la galaxia.
El descubrimiento ha sido publicado hoy en la revista The Astrophysical Journal Letters.
La J0815+4729, que es el nombre que ha recibido la estrella identificada, está a 7.500 años luz de distancia del Sol y es uno de los astros con menos contenido metálico que se conoce.
Está en el halo de la Vía Láctea y puede localizarse en la línea de visión de la constelación del Lince, según un comunicado del IAC, en el que se indica que está en la etapa conocida como secuencia principal, en la que las estrellas pasan la mayor parte de su vida.
La fuente de energía de estas estrellas sigue siendo la fusión de hidrógeno en su núcleo y su temperatura superficial y luminosidad apenas cambian, y otra de sus características es su baja masa, que aproximadamente supone 0,7 veces la del Sol, aunque tiene una temperatura 400 grados superior a la solar.
El número de estrellas que se conocen de este tipo se pueden contar con los dedos de una mano, indicó en el comunicado David Aguado, estudiante de doctorado FPI-SO (Formación de Personal Investigador-Severo Ochoa) del IAC y la Universidad de La Laguna (ULL) y autor principal del artículo.
La teoría predice que estas estrellas podrían formarse justo después y a partir del material de las primeras supernovas, cuyos progenitores fueron las primeras estrellas masivas de la galaxia, aproximadamente 300 millones de años tras el Big Bang, señaló Jonay González Hernández, investigador Ramón y Cajal del IAC y otro de los autores del artículo.
Esta estrella estaba “escondida” en la base de datos del proyecto BOSS, entre un millón de espectros estelares que se han analizado para identificarla, lo que ha requerido un considerable esfuerzo observacional y computacional, explica el también investigador del IAC y coautor de esta publicación Carlos Allende Prieto.
Rafael Rebolo, director del IAC y coautor de la publicación, dijo que detectar el litio proporcionaría información crucial relacionada con la nucleosíntesis en el Big Bang, y añade que se trabaja para que el Gran Telescopio Canarias tenga un espectrógrafo de alta resolución y amplio rango espectral para poder acceder, entre otras cosas, a la química detallada de estrellas únicas como J0815+4729.
Este hallazgo ha sido posible gracias a imágenes espectroscópicas obtenidas con el instrumento Osiris (Optical System for Imaging and low-intermediate-Resolution Integrated Spectroscopy) instalado en el Gran Telescopio Canarias, en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma).
Gracias a una técnica que descompone la luz de los objetos celestes para estudiar sus propiedades físicas y químicas, se sabe que J0815+4729 está compuesta por una millonésima parte de la cantidad de calcio y hierro que hay en el Sol, pero que posee un enorme contenido en carbono, casi un 15 % del carbono solar.
EL SATÉLITE MÁS ANTIGUO DEL MUNDO CUMPLIRÁ 60 AÑOS EN ÓRBITA.
Lanzado el 17 de marzo de 1959, el Vanguard-1 de EE.UU. sigue girando en torno a la Tierra.
Según estimaciones de la Nasa, hoy existen unos 1.200 satélites activos orbitando la Tierra, lo que forma parte de un total de 750.000 instrumentos espaciales que con los años han sido enviados para cumplir funciones militares, científicas o comunicacionales. Sin embargo, de ellos solo un satélite ha logrado permanecer en el espacio por más de cinco décadas: el Vanguard-1.
Si bien su llegada a la órbita terrestre comenzó como una prueba para evaluar la viabilidad del lanzamiento del cohete Viking en tres etapas, también parte del programa satelital, el Vanguard-1 actualmente lleva 59 años girando en torno a la Tierra y se estima que ha dado más de 200.000 vueltas al planeta, lo que equivale a más de 10.000 millones de kilómetros recorridos durante todo su tiempo en órbita.
Lanzado el 17 de marzo de 1958, el Vanguard-1 no generó un gran revuelo en el mundo de la ciencia. El premio mayor ya lo había ganado la Unión Soviética unos meses antes con el lanzamiento del Sputnik-1, el que después sería reconocido como el primer objeto enviado por el hombre al espacio. Sin embargo, a pesar de ser comparado con un pomelo por los soviéticos, debido a su tamaño, el satélite estadounidense se convirtió en el primero en funcionar en base a energía solar.
Este mecanismo que operaba a través de células solares para abastecerse de la energía del espacio, fue el que le permitió al Vanguard-1 seguir enviando información a la Tierra durante siete años.
“El sistema de energía solar hizo posible que el Vanguard-1 pudiera transmitir señales radiales a la Tierra hasta 1965, esto a pesar de que la longevidad las orbitas satelitales está a menudo determinada por la física y el entorno natural”, explica a La Tercera Angelina Callahan, historiadora del Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU. (NRL, su sigla en inglés), organismo que concebió el el proyecto 1955.
El proyecto Vanguard fue el primer programa satelital de EE.UU. y se enmarcó dentro del Año Internacional Geofísico del que participaron otras 67 naciones. Como lo dice su nombre, este pretendía representar la “vanguardia” en la exploración espacial, aunque el sueño de poner un satélite en el espacio solo se cumplió tras varios intentos fallidos.
Los cohetes Vanguard lograron poner tres satélites en órbita, de un total de 11 intentos fracasados. El Vanguard-1 constituyó la segunda incursión de EE.UU. en el espacio luego del lanzamiento del satélite Explorer-1, y se convirtió en el cuarto satélite puesto en órbita tras los pioneros Sputnik-1, Sputnik-2 y su antecesor estadounidense.
El Vanguard-1, al igual que los demás satélites del proyecto, está diseñado en base a una esfera de aluminio y magnesio revestidos en oro. Tiene un diámetro de 16,5 cm y una masa de 1,47 kilogramos.
Equipado con seis antenas de 30 cm de longitud, lograba emitir señales a la Tierra en 108 MHz, lo que le permitió enviar mediciones de radioactividad e información sobre la detección de meteoritos a las estaciones Minitrack de la Nasa, algunas ubicadas en Santiago.
Además, entre sus artefactos contenía dos sensores térmicos que monitoreaban la temperatura interna y externa del satélite para entender los efectos de las capas altas de la atmósfera en la estructura y sus instrumentos. Las mediciones de la densidad atmosférica permitieron obtener una imagen aproximada de la forma de la Tierra, mejorar la cartografía del océano Pacífico y logró probar la viabilidad de la tecnología de lanzamientos espaciales en varias etapas.
Inicialmente se calculó que el Vanguard-1 permanecería en órbita por miles de años, pero nuevas estimaciones indicaron que estará en órbita por solo unos 200 años más debido a la presión de la radiación solar y los cambios que ha sufrido su órbita en los últimos años.
“La experiencia de diseñar el Vanguard-1 ayudó a EE.UU. a convertirse, a la par, en un líder en ciencia e ingeniería espacial, ayudando a la Marina, al Ejército y eventualmente a la Nasa a lanzar satélites confiables para comunicación, meteorología, navegación y más investigaciones en la ciencia espacial”, agrega Callahan.
LA CIENCIA, CADA VEZ MÁS LEJOS DE RESOLVER EL MISTERIO DE LA ESTRELLA DE BELÉN.
Entre supernovas, fantásticas conjunciones planetarias y el cometa Halley, por años los científicos han intentado resolver qué vieron los Reyes Magos esa noche, antes de llegar al nacimiento de Jesús.
Año a año en estas fechas, los árboles de pascua de todo el mundo se llenan de adornos, regalos y coloridas luces, aunque sólo uno de los objetos tiene el privilegio de posarse en lo más alto del pino de Navidad. Conocida como la Estrella de Belén, según el texto descrito por Mateo en el Nuevo Testamento fue el símbolo en el cielo que guió a los reyes Magos a la ciudad donde finalmente nació Jesús.
Sin embargo y tal como ocurre con otros relatos descritos en la Biblia, la ciencia ha intentado, hasta ahora, retratar de la forma más exacta cuál fue, en términos astronómicos, el fenómeno visto en aquella oportunidad.
Pero primero: ¿qué sabemos (o suponemos) hasta ahora?
La historia nos cuenta que los magos son motivados a viajar por una “estrella en el este”. En Jerusalén hablaron con el rey Herodes acerca de la profecía de un nuevo gobernante para el pueblo de Israel, aunque éste no tenía conocimiento de ninguna estrella en el cielo. Para llegar a Belén, los Magos debían viajar directamente al sur de Jerusalén siguiendo a una estrella en el oriente por delante. De acuerdo al relato, la estrella se detuvo sobre donde estaba el niño.
¿Es posible que los Magos supiesen de antemano que una estrella tan “obvia” aparecería? ¿Cómo puede una estrella en el este “guiar” a alguien, y más aún, detenerse?
Los Magos y su origen
Los Reyes Magos no siempre fueron llamados así. Recién en el siglo III se les denominó de esa forma, aunque en el siglo IV se habla de “tres magos” y en el siglo VIII se nombran a Melchor, Gaspar y Baltasar. Representaban a los tres continentes conocidos en aquella época (Asia, África y Europa) y provenientes de Irán o sitios cercanos al mar Caspio, entre 1.300 a 1.500 km de Belén.
Se cree que los Magos eran hombres sabios, conocedores de la ciencia y la astronomía. También eran astrólogos, por lo que podían interpretar la simbología que implicaban las estrellas, constelaciones o la conjunción de dos planetas.
La historia nos cuenta que sabían de la existencia de una profecía del Antiguo Testamento que hablaba de un nuevo rey proveniente de la familia de David. Pudieron estar visualizando el cielo durante meses o años esperando alguna señal, esperando el momento preciso para encontrar al nuevo líder. Sin embargo, se cree que los Magos comenzaron su viaje buscando a un niño ya nacido y con unos 8 meses de edad.
Tras decodificar el mensaje de los astros, su viaje habría comenzado el 17 de abril del año 6 a.C. hasta el 19 de diciembre del mismo año. Cuando llegaron a Belén, Jesús probablemente ya era un niño pequeño.
Otros episodios
El 2 de noviembre del año 7 a.C. se produjo un acontecimiento único: bajo los planetas Júpiter y Saturno, la Luna hizo su aparición en fase creciente. Al año siguiente los mismos protagonistas cambiaron a la Luna por Marte, justo en medio de ellos. El extraño fenómeno se repitió entre el 19 y 24 de diciembre de 1603 y fue visto por el astrónomo Kepler, quien a través de cálculos matemáticos determinó que se repetía cada 805 años.
El cometa Halley
En 1305 el artista florentino Giotto di Bondone pintó “La Adoración de los Reyes Magos”, un fresco que muestra un pesebre, los reyes magos y un objeto circulando por encima de sus cabezas, que para muchos sería el famoso cometa Halley.
Según expertos, el objeto celeste apareció en Italia en 1301, por lo que bien pudo inspirar al artista para su obra. Sin embargo, hasta ese momento se consideraban un fenómeno “normal”, y sólo fue “descubierto” por Edmund Halley, quien determinó que los eventos de 1531, 1607 y 1682 fueron distintas apariciones del mismo cometa, bautizándolo con su apellido.
Así, si consideramos el período de 75 años entre apariciones, también es posible hacer el cálculo en retrospectiva, alcanzando el año 12 antes de Cristo, dentro de un margen de seis años de la fecha real de nacimiento de Jesús.
Una supernova
Se trata de uno de los fenómenos más bellos y visibles a simple vista. La supernova, explosión que se produce en las etapas finales de una estrella, es capaz generar una luz tan intensa que puede durar semanas, meses e incluso puede verse a plena luz del día. Sin embargo, los cálculos astronómicos no han llegado a una conclusión satisfactoria que haga coincidir el fenómeno con la fecha del nacimiento de Jesús.
De la misma forma, la otra suposición tiene que ver con una Nova, fenómeno similar al anterior pero de una naturaleza menos brillante, aunque también dura varios días.
Para ambos casos, la ciencia sólo cuenta con reportes del 31 de marzo del año 5 a.C. con una duración estimada de poco más de dos meses, y su ubicación habría tenido lugar hacia al sur, justo encima de Belén.
Júpiter y Saturno
Por otro lado, los registros sugieren que el año 7 a.C. ocurrió una conjunción planetaria muy poco habitual en la que Júpiter pasó por delante de Saturno hasta en tres oportunidades (desde el punto de vista de la Tierra) en un lapso de tiempo muy breve, todo esto en la constelación de Piscis.
De esta forma, es posible que los magos atribuyeran de forma simbólica la unión de estos astros como un presagio: un rey (Júpiter) justiciero (Saturno) nacido entre los judíos (Piscis).
Según Mateo 2:9, tras oír al rey Herodes, los Magos iniciaron su viaje. La estrella en el este iba delante de ellos, hasta detenerse en el lugar donde estaba el niño.
Si lo interpretamos astronómicamente, Júpiter se desplazó lentamente hacia el este en el año 7 a.C. hasta detenerse y desviarse al oeste. Si bien el desplazamiento de planetas como Júpiter y Saturno es lento, al verlo desde la Tierra quizá haya sido para los Magos una señal para tomar el camino a Belén.
La otra evidencia tiene que ver con una tablilla de arcilla encontrada en 1925 a 100 Km de Babilonia, que menciona la conjunción entre Júpiter y Saturno, lo que ocurriría al menos en tres oportunidades en el transcurso de varios meses.
La nueva teoría
Una nueva teoría modifica una de las ideas antes expuestas. Como ya mencionamos, en muchas representaciones la Estrella de Belén parece un cometa. Pero hay razones para dudar que estos objetos celestes efectivamente hayan llevado a los Reyes Magos a Belén, ya que los cometas no parecen estrellas, y el conocimiento de la astronomía antigua permitía reconocer la diferencia entre uno y otro. Además, los cometas eran vistos como mensajeros de la perdición, y el nacimiento fue un evento alegre.
Por ello, las explicaciones más verosímiles para la Estrella de Belén involucren una conjunción planetaria.
Además del triple encuentro entre Júpiter y Saturno el año 7 a.C., un año después, estos mismos planetas se unieron a Marte. Tras ello, lo que siguió fue una secuencia de conjunciones entre los años 3-2 a.C.: Saturno con Mercurio, Saturno con Venus, Venus con Júpiter y Venus con Mercurio.
Luego, nuevamente Júpiter con Venus se volvieron a encontrar, aunque esta vez se acercaron tanto como para parecer uno solo a simple vista. Fue entonces cuando Júpiter se detuvo en la constelación de Virgo, lo que visto desde Jerusalén aparecía directamente sobre Belén.
Por ahora, la ciencia no se pone de acuerdo y no hay una teoría definitiva. Quizá sea una respuesta que no necesita ser respondida.
EL MISTERIOSO ASTEROIDE INTERESTELAR PODRÍA TENER SU PROPIO "ESCUDO".
Expertos señalan que sus características sugieren que la manera en que se formaron nuestros planetas y asteroides tiene mucho en común con los sistemas alrededor de otras estrellas.
“Oumuama”, el primer objeto interestelar que nos ha visitado, tiene forma alargada, de tamaño de 180 metros y una corteza seca que ha evitado que el agua que contiene en su interior se evaporase al pasar cerca del Sol, según un informe de Nature Astronomy.
El misterioso asteroide fue avistado el pasado octubre y sus características hicieron avanzar a algunos la hipótesis de que pudiera tratarse de un vestigio de civilización alienígena, aunque como reitera el estudio de la británica Universidad Queen de Belfast es un “objeto natural” procedente de otro sistema solar.
Algunas de las características del objeto le hacen similar a los pequeños planetas de los aledaños del Sistema Solar, indica un comunicado de la universidad.
Para la astrofísica Michelle Banister es “fascinante” que el primer objeto interestelar descubierto se parezca tanto a un mundo pequeño de nuestro propio Sistema Solar, lo que sugiere que la manera en que se formaron nuestros planetas y asteroides tiene mucho en común con los sistemas alrededor de otras estrellas.
Se trata de un planetesimal (objeto sólido que puede acabar dando lugar a planetas) con una corteza bien solidificada y muy parecido a los mundos más pequeños que se encuentran en los aledaños del Sistema Solar.
De superficie gris-roja y forma muy alargada, se estima que puede tener el tamaño de unos 180 metros, agrega la nota.
Un grupo internacional de expertos, liderado por el profesor Alan Fitzsimmons, midieron la forma en que ‘Oumuama refleja la luz solar y descubrieron que es similar a la de los objetos helados cubiertos con una corteza seca.
Ello se debe a que este objeto interestelar lleva millones, o incluso miles de millones de años, expuesto a los rayos cósmicos, lo que ha creado en su superficie un capa aislante orgánicamente rica de medio metro de espesor.
La investigación sugiere que dicha corteza seca podría haber protegido su interior helado de la evaporación del agua que contiene aunque pasó a solo 37 millones de kilómetros del Sol y alcanzó temperaturas superiores a los 300 grados.
“Hemos descubierto que la superficie de ‘Oumuama es parecida a la de otros pequeños cuerpos del Sistema Solar que están cubiertos de hielo rico en carbono, cuya estructura se ve modificada por la exposición a los rayos cósmicos”, explicó Fitzsimmons en la nota.
El objeto interestelar tiene el mismo color que algunos planetas menores helados a las afueras de nuestro Sistema Solar.
Los expertos siguen observando a ‘Oumuama y tienen la esperanza de hacer nuevos descubrimientos en un futuro próximo, agregó Banister.
CIENTÍFICOS ADVIERTEN LA PRESENCIA DE GRAN RÍO DE LAVA EN TRES ESTADOS DE USA.
Los geofísicos dijeron que era como "un pariente lejano" de Yellowstone. Para la tranquilidad de los norteamericanos, agregaron que podría haber una erupción en millones de años.
Científicos de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos advirtieron que bajo los estados de Vermont, Massachusetts y New Hampshire, hay una "descomunal corriente de magma (lava) ascendente.
Los geofísicos agregaron que en millones de años podría haber una gran erupción volcánica, pues la corriente sube lentamente a través de la corteza terrestre. Explicaron que este suceso no es parecido a Yellowstone, pero vendría siendo como un pariente lejano.
El descubrimiento lo hicieron usando el programa EarthScope de la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos, el que consistía en poner miles de sismógrafos para ver qué sucedía con las placas tectónicas del continente norteamericano.
El estudio se centró en "Nueva Inglaterra", pues ya se había documentado un área de gran calor en el manto superior de la Tierra.
VIDEO: TELESCOPIO MUESTRA DESDE CHILE EL LUGAR DONDE "NACEN ESTRELLAS".
Las estrellas no tienen más de dos millones de años de edad y lanzan flujos de radiación de alta energía que calienta el polvo circundante y el gas, mientras que sus vientos estelares erosionan y esculpen de forma espectacular su lugar de nacimiento.
La cámara OmegaCAM, instalada en el telescopio de largo alcance (VLT) del Observatorio Austral Europeo (ESO) en Cerro Paranal, Chile, ha captado una brillante visión de la guardería estelar Sharpless 29 y de diversos fenómenos astronómicos que se producen en esta nebulosa.
Entre los fenómenos que aparecen en esta imagen gigante difundida hoy por el ESO desde su sede central en la ciudad alemana de Garching, pueden apreciarse polvo cósmico y nubes de gas que reflejan, absorben y reemiten la luz de estrellas jóvenes calientes del interior de la nebulosa.
Sharpless 29, o Sh 2-29, se encuentra a unos 5.500 años luz de distancia, en la constelación de Sagitario (el arquero), al lado de la nebulosa de la Laguna, más grande.
Contiene muchas maravillas astronómicas, entre ellas la región de gran actividad de formación estelar NGC 6559, la nebulosa del centro de la imagen, que es la característica más llamativa de Sharpless 29.
Tiene pocos años luz de tamaño, pero aún así muestra los estragos que pueden causar las estrellas cuando se forman dentro de una nube interestelar.
Las calientes estrellas jóvenes de esta imagen no tienen más de dos millones de años de edad y lanzan flujos de radiación de alta energía que calienta el polvo circundante y el gas, mientras que sus vientos estelares erosionan y esculpen de forma espectacular su lugar de nacimiento.
De hecho, la nebulosa contiene una prominente cavidad que fue labrada por un sistema energético de estrella binaria y que se expande, por lo que el material interestelar se acumula y crea el borde rojizo en forma de arco.
Cuando el polvo interestelar y el gas son bombardeados con la luz ultravioleta de las estrellas jóvenes calientes, la energía hace que brillan intensamente.
El difuso resplandor rojo que impregna esta imagen proviene de la emisión de gas de hidrógeno, mientras que la luz azul brillante es causada por la reflexión y la dispersión de pequeñas partículas de polvo.
La absorción aparece también en esta región en forma de zonas de polvo que bloquean la luz que viaja hacia la Tierra e impide ver las estrellas detrás de él, así como de pequeños tirabuzones de polvo que crean las estructuras en forma de filamentos oscuras del interior de las nubes.
La región del cielo captada por la cámara OmegaCAM en el telescopio de rastreo del VLT aparece en el catálogo Sharpless de regiones H II: nubes interestelares de gas ionizado, plagado de estrellas en formación.
HALO SOLAR MÁS EXTENSO DE ÚLTIMOS 30 AÑOS SE OBSERVÓ POR CASI 5 HORAS.
Fenómeno atmosférico se pudo apreciar entre Antofagasta y Talca y llamó la atención de millones de chilenos al mediodía de ayer.
Millones de chilenos fijaron su vista en el cielo al mediodía de ayer. ¿La razón? Un círculo de color rojo, azul y verde rodeaba al Sol permaneciendo allí por varias horas, un fenómeno que fue observado desde Antofagasta hasta Talca y que a muchos hizo recordar la frase popular que anuncia aguacero o temblor.
En términos sencillos, el “círculo en el sol” o halo solar, se produce cuando una nube alta, compuesta por cristales de agua, pasa delante del Sol provocando que los rayos de luz atraviesen el hielo y formen este círculo de colores que rodea al astro (ver infografía).
Según Roberto Antezana, astrofotógrafo del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (Cata), este halo tuvo varias características que lo hicieron especial: su duración, extensión geográfica y, por sobre todo, la nitidez sobre un fondo prácticamente azul.
“Fue de una belleza impresionante que no se da muchas veces en el año. Diría que es el más impresionante de los últimos 30 años. No se había visto tan marcado, duró en promedio casi cinco horas y se pudo observar desde Antofagasta hasta Talca y Chillán por lo menos”, dice.
Luis Chavarría, astrónomo y director del Programa de Astronomía en la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), explica que cuando hay nubes altas y no están muy densas, el vapor de agua que contienen se congela y se transforma en hielo. Los rayos del Sol que traspasan estas nubes, se refractan en el hielo, como si el hielo fuera un prisma y dan esa luz de colores que vemos como un círculo alrededor del Sol.
“Es lo mismo que ocurre con el arcoíris. Cuando la nube alta tiene agua, ésta cae en forma vertical y por eso vemos solo la mitad de un círculo. Si está congelada, es horizontal, entonces se ve el círculo completo. Si este tipo de condiciones atmosféricas se da en la noche y hay luna llena, la luz que refleja la luna también pasa a través de la nube y provoca un efecto similar, pero de color más blanco”, explica.
Luis Salazar, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile, señala que en la capital, esta nube del tipo cirrostrato estaba a 8 kilómetros de altura y con una temperatura de -30 o -32 grados Celsius. “Son frecuentes. Lo que ocurre es que no siempre se aprecian porque hay más nubosidad debajo de ellas y eso impide que se aprecien. La duración que tenga el fenómeno, depende de la velocidad con que pase la nube. En este caso fueron nubes que venían del noreste y se desplazaban hacia el sur”, explica.
A través de un video publicado por la U. de Chile, José Maza, Premio Nacional de Ciencias y astrónomo de esta universidad, explica que se trató de un fenómeno atmosférico y que nada tuvo que ver con el Sol. “Es un fenómeno bastante inusual”, expresó y como se trataba de una nube pareja, permitió que el círculo se viera completo, rojo por dentro y azul por fuera.
Chavarría agrega que en algunas ocasiones, como ocurrió el mes pasado en Antofagasta, se pueden ver dos círculos alrededor del Sol, cuando son dos capas de nubes en altura. De acuerdo a publicaciones de las redes sociales, el halo solar se pudo observar en Antofagasta, San Pedro de Atacama, La Serena, Viña del Mar, Quilpué, Quillota, Los Andes, Santiago, Rancagua, Talca y Chillán.
LA NASA DESCUBRE 2 NUEVOS PLANETAS Y UN SISTEMA SEMEJANTE A NUESTRO SISTEMA SOLAR.
Este jueves, la NASA revela un importante descubrimiento que pudo realizarse gracias al análisis de los datos del telescopio espacial Kepler. RT ofrece la transmisión de esta rueda de prensa en inglés.
Este jueves, a las 6.00 GMT, la NASA celebra una conferencia de prensa para hacer un gran anuncio sobre un descubrimiento hecho por su telescopio espacial Kepler dentro de su misión de búsqueda de exoplanetas.
Durante la conferencia, la NASA informó que descubrió dos planetas nuevos, Kepler-80 g y Kepler-90 i. Ese ultimo cuerpo celestre es el tercer planeta que orbita el sistema planetario de la estrella Kepler-90 que, desde ahora, es el primero—aparte de nuestro Sistema Solar— que cuenta con ocho planetas, según conocemos a día de hoy.
Es probable que otros sistemas planetarios sean más prometedores para la vida que Kepler-90. Cerca de un 30 % más grande que la Tierra, Kepler-90i está tan cerca de su estrella que la temperatura promedio de su superficie podría ser superior a 425 ºC —similar a la de Mercurio— mientras que Kepler-90h, el planeta más externo del sistema, orbita alrededor de su estrella a una distancia similar a la que hay entre la Tierra y el Sol.
Christopher Shallue, el representante de Google que participa en la conferencia junto con tres especialistas de la NASA, explicó que su compañía desarrolló una red neuronal capaz de identificar planetas incluso aunque su señal sea muy débil.
"El sistema Kepler-90 es como una miniversión de nuestro Sistema Solar. Tiene planetas más pequeños dentro y otros más grandes en la parte externa, pero todo está más apretado", detalla Shallue.
"Tal y como esperábamos, hay descubrimientos emocionantes escondidos en nuestro archivo de datos del Kepler" y "estos nuevos hallazgos reflejan que nuestros datos serán un tesoro escondido" que estará "disponible para investigaciones innovadoras durante muchos años", afirmó el director de la división de Astrofísica de la NASA en Washington, Paul Hertz.
Los científicos entrenaron a una red neuronal —un sistema de aprendizaje automático— para que buscara e identificara señales de planetas en la enorme base de datos del Kepler. Después de que 'aprendiera' a distinguir entre cuerpos celestes tras examinar 15.000 señales, ese sistema se empleó para buscar planetas en cerca de los 670 estrellas en las que ya se conocían varios de esos astros.
En su comunicado previo a la conferencia, la NASA destacó el papel que el telescopio Kepler tuvo en el descubrimiento de planetas que orbitan otras estrellas y se asemejan por su tamaño y condiciones a la Tierra.
Kepler fue lanzado al espacio en marzo de 2009 y estuvo recogiendo datos sobre otras estrellas y sistemas planetarias hasta que su primera misión terminó en 2012. Dos años después, los científicos iniciaron una nueva misión, K2, cuyo objetivo está centrado en la búsqueda de planetas fuera del sistema solar, llamados exoplanetas, así como en estudiar estrellas jóvenes, supernovas (explosiones estelares) y otros fenómenos espaciales.
DESCUBREN EN UNA ISLA DE ESCOCIA ALGO QUE NO PERTENECE A LA TIERRA.
Al sondear una gruesa capa de un antiguo flujo de lava, investigadores llegaron a la conclusión de que ninguno los minerales descubiertos había sido encontrado alguna vez en la Tierra.
Geólogos han descubierto formas minerales nunca antes vistos en la Tierra en el lugar donde impactó un meteorito hace 60 millones de años en la isla de Skye, Escocia, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Geology.
Al sondear una gruesa capa de un antiguo flujo de lava en la pequeña y pintoresca isla, Simon Drake y su colega Andy Beard, de la Universidad de Londres, se sorprendieron al encontrar una roca de aspecto extraño.
Formas minerales extraterrestres
Tras un análisis posterior con microsondas electrónicas, el equipo encontró minerales que los llevaron a creer que la roca era de origen extraterrestre.
"La evidencia más convincente es la presencia de osbornita rica en niobio y vanadio. Ninguno de estos [minerales] ha sido encontrado alguna vez en la Tierra. Tenemos estos minerales totalmente encerrados en hierro, lo que tampoco es de este planeta", comentó Drake a Newsweek.
Una sección del lugar de la colisión del meteorito.
La nave espacial Stardust de la NASA encontró osbornita rica en vanadio en la trayectoria de un cometa en 2004. Stardust recogió polvo espacial flotando en el rastro del cometa Wild 2 de 4.500 millones de años.
Además de las exóticas formas minerales, el equipo informó que la osbornita no se había derretido, lo que significa que probablemente sea una parte original del meteorito.
Actividad volcánica
La isla de Skye es de particular interés para los geólogos, porque se originó durante un período de extrema actividad volcánica. La isla se formó cuando el magma surgió de las profundidades de la Tierra y rompió la corteza. Se cree que el mismo evento es responsable de la actual Islandia.
Pero de acuerdo con el investigador, es de particular interés lo que, en primer lugar, causó este evento. "Aunque no podemos decir que la evolución vulcanológica de Skye fue iniciada por un meteorito, creemos que definitivamente fue un impulsor para ese impacto", concluyó Drake.
CAMPO GRAVITATORIO DE LA TIERRA, CLAVE PARA SABER PRECOZMENTE LA MAGNITUD DE UN TERREMOTO.
Un estudio afirma que las señales gravitatorias se transmiten a la velocidad de la luz, mientras que las ondas sísmicas que se propagan a una velocidad de entre 3 y 10 kilómetros por segundo.
Las tímidas señales asociadas al campo gravitatorio terrestre pueden “desempañar un papel importante” en la identificación precoz de la magnitud de un gran terremoto, concluye un estudio publicado en la revista Science.
“Los investigadores han demostrado que esa señal asociada al campo gravitatorio es muy sensible a la magnitud del terremoto, lo que la convierte en un buen candidato para cuantificar rápidamente la magnitud de los fuertes seísmos”, dijo en un comunicado el Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS), integrante del estudio, que profundiza uno publicado en 2016.
El CNRS ahondó en que las señales gravitatorias “son particularmente interesantes para una identificación rápida de los seísmos porque se transmite a la velocidad de la luz, mientras que las ondas sísmicas que se propagan a una velocidad de entre 3 y 10 kilómetros por segundo”.
De este modo, un sismómetro situado a 1.000 kilómetros del epicentro potencialmente detectará una señal gravitatoria susceptible de pertenecer a un terremoto dos minutos antes de las de las ondas sísmicas, detalló el CNRS.
Los investigadores explicaron que esas “débiles” señales gravitatorias suceden debido al impacto que las ondas sísmicas tienen en el campo gravitatorio del planeta.
El estudio, en el que también han participado el Instituto de Física del Globo de París (IPGP), la Universidad París Diderot 1 y el Instituto Tecnológico de California (Caltech), profundiza otro publicado el año pasado en Nature.
Los científicos cuentan ahora con más evidencias acerca de las ondas gravitatorias debido a la observación de una decena de sismómetros situados entre 500 y 3.000 kilómetros del epicentro del terremoto de Japón en 2011, de magnitud 9,1.
“El desafío futuro es conseguir utilizar esa señal para los seísmos de magnitudes inferiores, de entre 8 y 8,5, porque por debajo de esa referencia la señal (gravitatoria) es demasiado débil”, concluyeron los investigadores.