¿SEGUIMOS SOLOS?: DESCARTAN EL IMPACTO DE UNA CIVILIZACIÓN ALIENÍGENA EN LA ESTRELLA KIC 8462852.

Desde que fue descubierta, la estrella anómala KIC 8462852 ha presentado un oscurecimiento errático que ha desconcertado a los astrónomos. Algunos han llegado a especular que está orbitada por una enorme estructura construida por una civilización extraterrestre. Para evaluar hasta qué punto esa posibilidad era real, los científicos buscaron breves pulsos de láser de la lejana estrella.

"La hipótesis de que una megaestructura alienígena orbita alrededor de KIC 8462852 se está desmoronando rápidamente", cita el portal Phys las palabras de Douglas Vakoch, el presidente del proyecto colectivo para la Búsqueda Científica de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés) y autor de un artículo al respecto publicado en la revista 'The Astrophysical Journal Letters'. "No encontramos pruebas de la existencia de una civilización avanzada que emite intencionadamente señales de láser hacia la Tierra", explicó.

Durante seis noches entre el 29 de octubre y el 28 de noviembre de 2015, los científicos intentaron detectar pulsos, algunos de solo una billonésima fracción de segundo de duración. Lo hicieron en el Observatorio Óptico Boquete de SETI en Panamá, con la ayuda de un telescopio newtoniano que utiliza un método de detección único con mayor sensibilidad a las señales pulsadas. Si unos hipotéticos extraterrestres hubieran enviado intencionadamente hacia la Tierra impulsos de láser dentro del espectro visible, el observatorio de Boquete habría podido detectarlos siempre que hubieran alcanzado el límite mínimo detectable del observatorio.

La estrella KIC 8462852, situada a 1.500 años luz de la Tierra, ha desconcertado a los astrónomos por sus anómalas disminuciones de luz, de hasta un 22% en algunos casos. Al principio el fenómeno se midió utilizando el telescopio Kepler de la NASA, como parte de su tarea de búsqueda de exoplanetas. La mejor explicación hasta la fecha es que el oscurecimiento puede estar causado por fragmentos cometarios en una órbita altamente elíptica alrededor del cuerpo celeste que interceptan la luz estelar.