ARROJAN LUZ SOBRE EL MISTERIO DE LA SUPERNOVA QUE BRILLABA 30 VECES MÁS DE LO NORMAL.
El misterio de la supernova cuyo brillo venía desconcertando a los astrónomos desde hacía más de cuatro años ha sido resuelto, siendo la causante del fenómeno una galaxia paralela capaz de aumentar los objetos situados en su fondo decenas de veces.
La luz deslumbrante de la supernova PS1-10-afx, descubierta en 2010, y que brillaba hasta 30 veces más de lo esperado, no es real y se debe a la existencia de una galaxia que actúa como una gigantesca lupa natural, según un nuevo estudio del equipo del Instituto Kavli para la Física y Matemáticas del Universo (Tokio), publicado en la revista especializada 'Science'.
Para explicar la inusual luminosidad de la explosión estelar, los científicos proponían dos teorías: unos astrónomos suponían que se trataba de un nuevo tipo de supernova extrabrillante, mientras que otros aseguraban que se trataba de una estrella normal del tipo Ia (SNIa), pero magnificada por una "lupa" gravitacional.
Como explica Robert Quimby, el autor principal del estudio, su equipo no creía que se tratara de una "super-supernova", razón por la que partieron de la suposición de que existía una galaxia adicional desconocida que debería de seguir allí después de que la estrella se desvaneciera. Y, efectivamente, lo lograron a demostrar.
"Hay algunos casos excepcionales de estrellas con luminosidades comparables pero la PS1-10afx era diferente en muchos sentidos", explica Quimby, agregando que era "demasiado grande y demasiado roja para no pensar en la existencia de una lente paralela".
Comparando los datos espectroscópicos obtenidos por el telescopio Keck-I en Hawái (EE.UU.) correspondientes al períodos de brillo máximo de la supernova con los que generó después de haberse desvanecido, los astrónomos descubrieron una galaxia intermedia oculta que se encontraba a una distancia y en un ángulo idóneos respecto a la Tierra para causar el efecto de multiplicación de la luz de PS1-10-afx.
Para explicar la inusual luminosidad de la explosión estelar, los científicos proponían dos teorías: unos astrónomos suponían que se trataba de un nuevo tipo de supernova extrabrillante, mientras que otros aseguraban que se trataba de una estrella normal del tipo Ia (SNIa), pero magnificada por una "lupa" gravitacional.
Como explica Robert Quimby, el autor principal del estudio, su equipo no creía que se tratara de una "super-supernova", razón por la que partieron de la suposición de que existía una galaxia adicional desconocida que debería de seguir allí después de que la estrella se desvaneciera. Y, efectivamente, lo lograron a demostrar.
"Hay algunos casos excepcionales de estrellas con luminosidades comparables pero la PS1-10afx era diferente en muchos sentidos", explica Quimby, agregando que era "demasiado grande y demasiado roja para no pensar en la existencia de una lente paralela".
Comparando los datos espectroscópicos obtenidos por el telescopio Keck-I en Hawái (EE.UU.) correspondientes al períodos de brillo máximo de la supernova con los que generó después de haberse desvanecido, los astrónomos descubrieron una galaxia intermedia oculta que se encontraba a una distancia y en un ángulo idóneos respecto a la Tierra para causar el efecto de multiplicación de la luz de PS1-10-afx.
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