CIENTÍFICOS ENCUENTRAN UN ASTEROIDE FUERA DEL SISTEMA SOLAR RICO EN AGÜA.
Esta es la primera vez que se evidencia que una estrella enana blanca acumula agua y materiales rocosos, ambos, ingredientes clave para un planeta habitable.
Por primera vez, un grupo de científicos descubrió los restos de un gran asteroide rico en agua fuera del sistema solar, lo que sugiere que la vida podría ser posible en otros planetas.
Según publica la revista Science, esta es la primera vez que se ha mostrado que una estrella enana blanca acumula agua y materiales rocosos, ambos, ingredientes clave para un planeta habitable.
Las observaciones anteriores realizadas sobre 12 exoplanetas destruidos cuyos restos orbitaban alrededor de enanas blancas -estrellas al final de la vida que agotaron su combustible nuclear- no habían mostrado la presencia de agua.
Esta investigación se centra en los restos de un asteroide que tuvo al menos 90 kilómetros de diámetro, que están en órbita con otros planetas alrededor de una enana blanca bautizada como GD 61, situada a unos 170 años luz de la Tierra.
"En esta etapa de su existencia todo lo que queda del cuerpo rocoso es el polvo y los escombros alrededor de la estrella moribunda", comentó el profesor Boris Gänsicke, del Departamento de Física de la Universidad de Warwick, Reino Unido, uno de los coautores del estudio.
"Pero este cementerio planetario es una rica fuente de información (...) "Estos restos contienen evidencia química que revela la existencia de este antiguo asteroide rocoso rico en agua", subrayó.
26% DE AGUA
Los astrónomos también detectaron entre los escombros magnesio, silicio, hierro y oxígeno, ingredientes claves de las rocas.
Los astrónomos también detectaron entre los escombros magnesio, silicio, hierro y oxígeno, ingredientes claves de las rocas.
El asteroide, que pudo haber sido un planeta enano, se formó con un 26% de agua, una proporción similar a Ceres, en nuestro sistema solar. En comparación, la Tierra es muy seca: el agua representa solo el 0,02% de su masa.
De acuerdo con estos astrofísicos, el GD 61 agotó su combustible hace 200 millones de años para convertirse en una enana blanca. Una parte de su sistema planetario sobrevivió, pero no los asteroides y los planetas enanos.
Para esta investigación, los científicos se basaron principalmente en observaciones hechas a partir de un espectógrafo a bordo del telescopio espacial Hubble.
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